lunes, 8 de noviembre de 2010

Y bajo el telón...Cementerio de Automoviles...



Y bajo el telón...



Una vez mas en un teatro de Buenos Aires, esta vez en Vicente López...


Podría decirles que fue en una noche calurosa de un noviembre como cualquier otro, pero estaría siendo inexacto en mi relato, en mi reflexión. Porque para los que estuvimos allí, lejos de ser ordinaria y calurosa como cualquier sábado de noviembre, el clima se sintió primaveral, estábamos en esa sala...era nuestra ultima función.



Era nuestra despedida de algo...era el comienzo de algo...eran muchas cosas las que el publico sin saber quizás iba a aplaudir cuando baje el telón...o llegue el apagón.



Los actores se quitaron sus personajes de encima al terminar la función, reencarnando nuevamente las personas que son...


Son ellos, los actores quienes reciben su premio mas preciado, que es el aplauso. Mas en este caso, creo que las personas detrás de los actores, merecieron este aplauso también.


El público de aquella noche de noviembre, jamas sabrá que robaré en este escrito parte de sus aplausos para compartirlo con las personas detrás de los actores...es decir, jamas imaginará todo lo que estaba realmente aplaudiendo...



Las personas, aquí vulnerables frente a su publico, mueven sus rodillas al son de su pasión, que es el actuar...



La mirada del espectador siempre es cruel...se evalúa desde lejos, sentados, con sus ojos subjetivos, llenos de pasiones y sentimientos personales, de sus cercanías e intereses. Aunque sea con el máximo amor quien lo mire, jamas sabrá que quien expone sus juegos en este cuadrado mágico llamado escenario, esta exponiendo mucho mas que una obra de teatro...o un guión...esta exponiéndose ante uds., esta exponiendo su trabajo, sin saber uds, como llegaron a trabajarlo.



En este caso, cuando el apagón cerró la función, la gente ignoró, y repito, quiero decir que aplaudió a una medica que se cuestionó y fue cuestionada por el tiempo que les dedicó a uds...y claro, no les voy a mentir, a ella, a su pasión por interpretar sus fantasias y entretenerlos.



El publico inocente no pudo saber que una abogada tuvo detrás de esa hora y media que duraron las funciones todos los ingredientes de una película...sexo, estress, trabajo, enfermedades e inyecciones...mas nada de eso (mucho menos lo primero) pudo detener a esta locomotora a emocionarlos.



Quien quizás nos enseñó la pasión por la actuación, fue un personaje que paso por dificiles momentos este año que hicieron que solo se pueda acoplar al final, pidiéndole solo que venga y lea...pero quien hace las cosas con vocación, da una lección. Esta persona, y otro mas que se le pidió lo mismo compusieron personajes, con su ambiente dentro de su auto, uno con su mujer quien trabajo con él. Se maquillaron en su cara aunque no se los vea...que lección...acaso el publico sabrá todo esto a la hora de aplaudir?.



La lección, las cosas con vocación implican diversión.



Sabrá acaso quien observa la obra, el desafió de enfrentar una obra sin hablar, como lo hizo Foder? los miedos que ello conlleva?



sabrá de las horas de rigurosidad y ensayo que los atletas de esta obra dedicaron para llegar tan cansados a cada función, y que aunque sus trabajos los complicaron, no claudicaron?



sabrá acaso de quien carga con miel y colorante todos los sábados, hace publicidad, se mancha, se moja, trabaja, va y viene para esto?.



Sabrán de un director que quizás tuvo que lidiar contra mas cosas que las que sabemos mas no abandonó el barco y nos dejo volar en esta vida un poco mas alto?



Evidentemente, las historias que rodean una obra como la nuestra, son quizás hasta mas ricas o fuertes que el propio guión...y estas permanecen ocultas al publico, que en el afán del máximo respeto que le tenemos, es ajeno y etéreo a ellas.



Estamos aquí para entretenerlos.



Ese es nuestro trabajo...o quizás no lo es, quizás es nuestra vocación.



Por eso...este sábado este apagón encendió nuevas luces...estos aplausos abarcaron distintos esfuerzos...y ellos solos no alcanzaron...ya que por suerte había mas.


Este sábado se aprendió una lección: juntos pudimos pelearnos y seguir, querernos y seguir, reírnos y seguir, no estar de acuerdo y seguir, y sobre todo conseguir lo que queríamos...que cuando esa luz nuevamente se encendió...hubo aplausos, sonrisas y felicidad...habíamos actuado y entretenido a pesar de todo.


Claro esta...quien no la vió, se perdió a su vez de todo esto...



A mis queridos compañeros...y al publico.

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